Durante décadas presumieron los felipistas de haber traído el progreso social, el ansiado bienestar de la población, sanidad universal, educación gratuita, derechos laborales, pensiones para los mayores, medicinas... todo ello lo empaquetaron y lo bautizaron "Estado del bienestar". Posteriormente y después de una despedida donde salieron restos fecales por todos lados, cayó el Felipismo y cogió las riendas el PP con Aznar al frente, continuando la misma cantinela, aprendieron de los anteriores que lo importante no es ser si no parecer, así continuaron el discurso de decir una cosa y hacer otra, aumento de pensiones, viviendas para los jóvenes, trabajo, mejoras sociales...
Sin embargo hoy casi veinte años después se puede afirmar que todo fue y sigue siendo una farsa, una simulación de la realidad, usando palabras y medios mensajes para encapsular los excrementos capitalistas y así hacernoslo tragar sin tomarle el sabor.
La crisis del sistema capital financiero nos enseña que todo fue una mentira, que ni el PSOE ni el PP tuvieron jamás intención de crear ningún avance social, tan solo se pusieron al servicio del sistema e hicieron de relaciones públicas ante el pueblo. Aquel estado del bienestar que hoy se evapora, no fue más que un efecto secundario, una acumulación subsidiaria del sistema, así mientras sobre la mesa los grandes dueños del mundo se partían el desmedido banquete, los políticos del PP-PSOE se encargaban de vendernos las migajas que caían del festín como si fuesen logros sociales.
En el presente los dueños de la humanidad ordenan otra trayectoria diferente, ya no hay mas despojos. Y así, hoy día de nuevo a los políticos del PP-PSOE no les tiemblan el pulso en hacer desaparecer lo que nos vendieron como avances. ¿Cómo es que, por aquello que lucharon los Felipes y los Aznares, lo ceden ahora con tanta facilidad?¿Cómo pueden anteponer el beneficio del banca por encima del interés general de la población, después de ser la responsable de hundir a una generación en la deuda? Sencillamente porque nunca exigieron nada para el pueblo, tan solo se dejaron llevar por los que marcan los tiempos.
Ahora, aquel "Estado del bienestar", va desapareciendo cada día como el Amazonas, dejando tras de sí tallos heridos y raíces cercenadas.
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